domingo, 23 de noviembre de 2008

Sobre la vida 7/ EL AMOR, LAS MUJERES Y LA VIDA 1/



El AMOR, LAS MUJERES Y LA VIDA 1/


He dudado al decidir el título sobre lo que voy a escribir a continuación. Este poemario de Mario Benedetti (E A L M Y L V) me entusiasma de tal manera que me parecía un sacrilegio apropiármelo. ¡Es tan bonito! ¡El título mismo es un poema! ¡Me lo quedo! En mi decisión pesa el que Benedetti escogiera este título al haber leído (E A L M y L M) de Arthur Schopenhauer.


EN EL METRO

La mujer ha recorrido un largo camino hasta llegar a una situación de reconocimiento de igualdad legal, al menos la generalidad de las mujeres del llamado mundo occidental, y todavía queda un gran camino por transitar, quizá más difícil que el anterior, asumir en conciencia la igualdad dentro de la familia, de la Sagrada Familia. El tema de la igualdad entre los seres humanos me ha interesado e involucrado lo suficiente como para poder expresar opinión con cierto conocimiento de causa -siempre desde la dialéctica de mi persona y situación- y especialmente la situación de la mujer. Hoy me referiré a una conversación oída hace unos días en el Metro y que corresponde al canon del mundo feminista en general. Dos mujeres de una edad aparente en los cuarenta, despellejaban a sus maridos por machistas y, una de ellas, además, de madrero. Entre las quejas principales destacaban la nula ayuda en casa, a pesar de que ellas también trabajaban y al menosprecio que sufrían cada vez que sacaban el tema a relucir. También se preguntaron por la participación de los hijos en las tareas cotidianas, cambiando en ese momento la rigidez contraída de sus caras por una amable y condescendiente sonrisa -las dos mujeres tenían la parejita-. “¡Hija, no hay manera voy recogiendo bragas y calzoncillos y toallas y calcetines y de todo detrás de ellos, y cuando hacen algo lo hacen tan de mala gana y mal que prefiero hacerlo yo! ¡Y como el machista mi marido no me ayuda! La otra. “A mi me pasa igual, mis hijos ¡pobrecitos! son muy buenos chavales, pero solo van a lo suyo, como la mayoría de los jóvenes; bueno, mi hija si que colabora y muchos días le hace la cama al gandul de su hermano, los hombres ya se sabe…yo me cabreaba con mi madre porque me obligaba a ayudarla en todo mientras que a mi hermano lo llevaba sobre la palma de la mano y ahora yo, sin darme cuenta hago casi lo mismo”. Cuando llegué a mi destino, la conversación había derivado a lo buenos hijos que, a pesar de todo, tenían cada una y a las carantoñas que estos les hacían a las comidas de la madre y lo besucones que se ponían en el momento de conseguir cualquier cosa que su mamá tuviera que proporcionarles; el ferrocarril se las llevó en el interminable subterráneo…Lo mismo que los barrios marginales y pobres de las ciudades suelen ser focos de delincuencia y la solución teorizada por los sistemas capitalistas más benéficos pasa por la represión del delincuente y educación y medios económicos y sociales que eleven a esas personas a un nivel digno de vida, cuestión irresuelta por demagógica, por no haber un planteamiento estatal de distribución socializadora de la riqueza producida; para la igualdad social de la mujer y del hombre, no bastarán las leyes represoras anti-machistas por muy estrictas que sean, ni las discriminaciones positivas, todo ello necesario, ¿acaso la pena de muerte en los países que la practican ha bajado el número de asesinatos e injusticias legales por equivocaciones judiciales? La ley en la mayoría de los países occidentales ha dado pasos de gigante en la igualdad legal, basta echar una mirada al no tan lejano inicio del S.XX pasado, sin embargo, las organizaciones feministas, persisten principalmente en hostigar al hombre ya adulto, como si ese hombre no hubiera pasado por la niñez. En la niñez de los hijos, la madre, más que el padre, juega un papel fundamental en la reproducción o no del esquema familiar anterior. En la represión contra los maltratadores y, en algunos casos de las maltratadoras, no bastará con aplicar penas más severas, ni proporcionar a la persona maltratada una casa de acogida, verdadera prisión cuando la mayoría de las veces el maltratador campa libre, habrá que ir al -según mi opinión- al quid de la cuestión que es el establecimiento de un tipo de Familia en que el rol de cada uno no resulte de la preponderancia económica, del sexo o, lo más importante, de la propiedad, sino de la libertad sin miedo a cualquier relación del clan familiar, incluidos los hijos y los padres. La mujer en su papel de madre, si quiere ser libre y que de la relación de sus hijos ya adultos con otras personas devenga una relación de libertad exenta de dominio, deberá educarse en desprenderse del sentido de propiedad especialmente sobre los hijos varones, involucrándolos, en plano de igualdad, en las tareas cotidianas de la casa desde la más tierna edad y los Gobiernos implicarse claramente con las familias, legislando y dotando de partidas económicas para facilitar la emancipación temprana de los jóvenes. El movimiento feminista en general, deberá analizar más profundamente el papel que la mujer tiene en la reproducción del machismo y del efecto psicológico de aceptación, como fuerza superior, del concepto falocrático, de la falocracia, frente a la supuesta debilidad femenina (fuerza física, complejo de castración, culpa histórico religiosa de la menstruación, menopausia, etc.) cuestión que afecta tanto a las parejas heterosexuales como a las homosexuales y lesbianas - Seguirá…


Ioy

martes, 4 de noviembre de 2008

Sobre la Gloria y el Infierno /3. La vida. El Asilo


Sobre la gloria y el infierno 3


1 La vida

Pienso en la muerte
y pregunto,
al levantarme en la mañana:
¿Todavía vivo?
Y me respondo:
quizá esta noche haya más suerte.


2 Asilo

Por el derecho a morir
dignamente
.
Abrí los ojos, y vi
los jirones de la Patria
entre las cuatro paredes
del asilo. Volví, volví, volví,
para seguir viendo, y oyendo,
rebotar en los muros
las palabras inconexas
de aquellos despojos
que sujetaron la Patria,
tanto tiempo;
solar de los mismos
que ahora representamos
las mismas esencias
que niegan el liberador cianuro
que reclaman los ojos de las sombras
en un silencio de acero.


Ioy

lunes, 3 de noviembre de 2008

Sobre la Gloria y el Infierno /2 La novia del legionario



Sobre la Gloria y el Infierno 2/

La novia del legionario
Por el derecho a decidir
cómo y cuando mo rir.

.. murmuró el le_ gionario con voz do_lien_te...
Andamos nuestra vida en su cercana compañía,
mas siendo como es, libre de estrecharnos entre sus brazos,
en cuanto ella desee,
nosotros la tememos, la ignoramos, rechazamos, nos asquea,
vomitamos en su presencia, la tapamos,...
hasta hay quien cierra los ojos a su existencia.
Ella, sin embargo,
es una leal compañera;
sigilosa y sin rencor, nos lleva a su morada y,
como maravillosa novia enamorada,
solo nos pide la vida a cambio.
Juega con ventaja. Monta la boda a su antojo y,
si algún ser humano,
decide por su cuenta tan común matrimonio,
ahí están los otros,
para desacreditar y castigar
este acto voluntario de paz corporal y espiritual.
Es lógico pensar que, tal como una obra de arte puede ser considerada bella o fea,
según puntos de vista o épocas, así pasa con la vida, maravillosa siempre,
en determinadas condiciones,
o feísima, también,
en determinadas condiciones.
Así mismo, ella,
nuestra invisible compañera,
puede parecernos, en algún momento,
lo más bello y necesario de nuestra vida.
Sin embargo,
ahí están,
de nuevo,
los otros,
para convencernos de la fealdad de lo bello y de la belleza de la fealdad.
Si no nos convencen, castigo ejemplar por intento de casamiento ilegítimo.
Sin embargo,
hay una salida legal:
alistarse en la Legión y morir por Dios, por la Patria y,
principalmente,
por los otros.


“Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera.
Soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera.”

Nota: Con todo mi afecto a los lejías.

Ioy

domingo, 2 de noviembre de 2008

Sobre la Gloria y el Infierno 1/ VIDA y NO-VIDA


Sobre la Gloria y el Infierno 1/

VIDA y NO-VIDA

Vida y muerte son dos palabras para definir una de las transformaciones de la materia. Mientras se vive, la sociedad se ha dotado de leyes para decidir cómo, cuando, donde quien, puede decidir que un ser vivo pase a transformarse en no-vivo. Para matar animales o personas basta estar autorizado. La guerra, santa o laica; el exterminio de una especie para usar su piel o su cuerno o sus tierras; las personas se pueden morir de hambre por no disponer de alimento; el Estado puede condenar a muerte por medio de la horca, el garrote, la silla eléctrica, el fusilamiento y cobrarle la bala a la familia del muerto, la inyección letal, la decapitación, etc. provocando agonías terribles; un sicario puede, muchas veces impunemente, asesinar a un enemigo; un terrorista legitimado por otros patriotas o correligionarios civiles o religiosos, asesina indiscriminadamente o discriminadamente, que para el caso es igual; los ancianos pueden morir lentamente en los asilos cada vez mas desasistidos y caros, en donde se llagan y retuercen de dolor, porque la necesaria productividad económica impide atenderlos personalizadamente; ¡…! ¡Ah, pero uno no puede decidir el momento de quitarse la vida! Si tiene mala suerte y falla en el intento, castigo civil y religioso. Si acierta, le espera el Infierno… ¡…!


Ioy