miércoles, 4 de octubre de 2017

La Tertulia Musi♫lite. La Música ♫ 18

La Tertulia Musilite. La Música ♫ 18




            Queridos contertulios, PRO-MÚSICA ÁGUILAS comienza la nueva temporada musical 2017-2018; es nuestra idea, como siempre, no perdernos ninguno de estos magníficos conciertos, iniciemos ese trayecto gozando del Concierto Inaugural. En el Auditorio nos vemos.



PRO MÚSICA ÁGUILAS

AUDITORIO Y PALACIO DE CONGRESOS INFANTA DOÑA ELENA
GRAN CONCIERTO INAUGURAL TEMPORADA 2017/2018 VIERNES 20 DE OCTUBRE A LAS 21 HORAS 
ENTRADAS Y ABONOS TEMPORADA DISPONIBLES EN PRO MÚSICA ÁGUILAS C /. Castelar, nº. 2 - 2nd Tel: 626 476 389 and VICTORIA TRAVEL - Calle Isabel la Católica nº 1 - Telf: 968 414752
Abono temporada. 90 Euros
Entradas colaboración concierto: 15 Euros 
Menores de 18 años 50% menos.







Jorge Nava
   …”Gran virtuoso, excelente músico, un enorme futuro artístico”…
M. Voskresensky


                La admiración de la crítica especializada y la estima del público reafirman a Jorge Nava como na de las mayores promesas del panorama pianístico español.
 Natural de Santander, inició sus estudios musicales con Irina Efanova en el Conservatorio Nacional de Música de Bolivia. Obtuvo el Grado Superior en el Conservatorio del Liceu bajo la tutela de Stanislav Pochekin.  cursa un Master en Interpretación en el Royal College of Music como alumno de Dmitri Alexeev.
               Durante su carrera ha recibido ayuda económica de la Fundación Botín, la Asociación de Interpretes y Ejecutantes de España, y el Royal College of Music.
               Ha participado en diversas Masterclass con grandes pianistas como Boris Berman, Nino Kereselidze, Mikhail Voskresensky, Lang Lang, Natalia Trull, Alexei Volodin, Lilya Zilbestein, Jacques Rouvier, Joaquín Soriano entre otros.
             Jorge ha sido galardonado con numerosos premios internacionalmente, entre los que destacan: Intercentros Melómano, Concurso Marisa Montiel, Concurso Infanta Cristina, Concurso Permanente de Juventudes Musicales, Concurso Internacional de Ibiza, Concurso Mario Estenssoro, IKA 2013, RCM Beethoven Competition, Concurso Internacional Maria Canals y recientemente ha sido uno de los  ganadores en el concurso internacional José Iturbi  entre otros.
               Como solista ha colaborado con la Orquesta Sinfónica Nacional de Bolivia, Orquesta del Conservatorio del Liceu, Orquesta y Coro de RTVE, Orquesta Sinfónica de Elche, Orquesta Filarmonía de Madrid, Orquesta Sinfónica de la región de Murcia y Orquesta Filarmónica de Medellín.
               Ha ofrecido recitales en salas como el Palau de la Música Catalana, Auditorio Nacional de Música, Teatros del Canal, Teatro Metropol, Amaryllis Fleming Concert Hall, y en Europa y Sudamérica en ciudades como La Paz, Santa Cruz de la Sierra, Viña del Mar, Medellín, Santander, Málaga, Córdoba, Águilas Castillo de San Juan, Barcelona, Madrid, Montorillon, Saint-Germain, Hamburgo, Stuttgart, Londres y Malta entre otras.
                Ha participado en prestigiosos ciclos y festivales como el Festival Internacional de Santander, Festival de Segovia, Festival de Música Española de Cádiz, Otoño Musical Soriano, Festival de Úbeda, Festival Internacional de música de Medellín, Festival Félix Mendelssohn, Festival des Lumieres, Castillo San Juan de las Águilas – Águilas entre otros.

               Como músico de cámara es miembro fundador del Quinteto Anfaegtelse y el Trio Bruckner y también ha colaborado con el Trío Bacarisse. Actualmente trabaja con la violinista Asia J. Antón de Vez.

                 Sus actuaciones han sido reproducidas por RNE, Catalunya música, TVE y TV3.




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Directora titular
VIRGINIA MARTÍNEZ 


               Comienza sus estudios musicales a la edad de seis años en la Academia Municipal de Molina de Segura. A los ocho años empieza los estudios de piano con Pilar Valero y Pedro Valero, entre otros. A los trece años se hace cargo de la dirección de los Coros Infantiles Municipales de Molina de Segura, labor que continúa hasta 1999.
               En esos años realiza diversos cursos de dirección orquestal con Manuel Hernández-Silva y con Igor Dronov. En 1999 se gradúa en el Conservatorio Superior de Música de Murcia y posteriormente es becada por la Fundación Séneca para la ampliación de sus estudios en el extranjero.
               A partir de ese momento se traslada a Viena para estudiar la carrera de Dirección de Orquesta en el Conservatorio de la Ciudad de Viena, teniendo como profesores a Reinhard Schwarz y Georg Mark, finalizando estos estudios en junio de 2003, con la dirección de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Viena interpretando ‘El Pájaro de Fuego’, de Igor Stravinsky, y obteniendo la calificación de “Matrícula de Honor con mención especial”.
            
            En el año 2000 entra a formar parte del Singverein Chor de Viena, con el que ha dado numerosos conciertos por toda Austria y Europa.
        En febrero de 2003 dirige el estreno de una obra contemporánea Deux ex Machina, de Markus Preisl, con el Ensemble de Música Contemporánea del Conservatorio de Viena. Con dicha agrupación también lleva a cabo la interpretación de Les Oisseaux Exotiques, de Olivier Messiaen, en octubre del 2002. Ese mismo año estrena la obra Winterlandschaft (Paisaje de invierno), del compositor Stefan Höll, y hace su presentación oficial en la Región de Murcia al frente de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia en el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas, concierto que fue retransmitido por  RNE-2.
         En enero de 2004 es nombrada “Joven del Año” por la Consejería de Juventud de la Región de Murcia y también nombrada asistente de Bertrand de Billy en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, para el montaje de dos títulos wagnerianos: Siegfried y El Ocaso de los Dioses. En la temporada 2005/6 es Directora Asistente de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, trabajo que compagina con la dirección artística de la Orquesta de la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC). En la temporada 2006/7 es Asistente de la Orquesta de Valencia junto a Yaron Traub.
Ha dirigido con gran éxito a las Orquestas Pablo Sarasate, Orquesta de Valencia, Sinfónica del Vallés, Orquesta Ibérica, Orquesta Barcelona 216, Orquesta Ciudad de Barcelona y Nacional de Cataluña, Sinfónica del Principado de Asturias, Orquesta de Granada, Orquesta de Córdoba, Wiener Kammerorchester y Orquesta Nacional de Santo Domingo, donde colabora con Philippe Entremont.
En abril de 2009 fue nombrada como uno de los jóvenes talentos europeos, reconocimiento otorgado por el Comité Europeo de las Regiones y elegida ‘Murciana Universal’ por Hostemur, Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo.
          En diciembre de 2009 lleva a cabo una gira por Estados Unidos, en donde destacan los conciertos del McCormick Place de Chicago y el Lincoln Center de Nueva York.
En julio de 2010, estrena la ópera “Con los pies en la luna” de Toni Parera y dirección de Paco Azorín, en Festival Grec de Barcelona, contando con la actuación de María Bayo, y producida por el Festival Barcelona Grec, el Gran Teatre del Liceu, la ABAO, Teatro de la Maestranza y Teatro Real de Madrid.
          En marzo de 2011 dirigió ‘El Barbero de Sevilla’, de Rossini en el ciclo de Ópera del Auditorio de Murcia, bajo la dirección escénica de José Carlos Plaza.
Ha sido directora titular de la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia y, desde el año 2012, es directora titular y artística de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia.



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Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia


               La Fundación Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia (OSRM) se constituye en septiembre de 2002 y, en la actualidad, está compuesta por una plantilla estable de 49 profesores que se ha ido reforzando a través de concursos públicos para cubrir las plazas vacantes existentes, todos ellos escogidos profesionales formados en su mayoría en los Conservatorios de la Región. Virginia Martínez es su directora titular.
               La formación ha tenido como director titular, desde sus inicios hasta 2012, al Maestro José Miguel Rodilla y ha recibido como directores invitados a Enrique García Asensio, Alexander Vedernikov, Támas Vásáry, Ignacio Yepes, Elio Boncompagni, Manuel Hernández Silva, Leo Brouwer, Jesús Amigo, Marcus Bosch, Pavel Baleff, Christian Badea o Dirk Vermeulen, entre otros.
También ha colaborado con solistas de reconocido prestigio como Mischa Maisky, Steven Isserlis, Montserrat Caballé, Ana Mª Sánchez, Carlos Álvarez, Mario Monreal, Miguel Ángel Clares, Ainhoa Arteta, Mª José Montiel, Carlos Moreno, Alessio Bax, Emilio Mateu, Juan Miguel Murani, José Sempere, Teresa Verdera, María Orán, Vicente Sardinero, Robert Cohen, Boris Giltburg, Yung Wook Yoo, Ivan Martín, Pierre Amoral, Joaquín Achúcarro, Javier Perianes, Ruben Aharonian o Trío Arriaga, entre otros, así como los conjuntos vocales Orfeón Donostiarra y Orfeón Pamplonés. Además, ha ofrecido galas líricas con cantantes de reconocido prestigio nacional e internacional como Ana Mª Sánchez, Stefano Palatchi, Vicente Ombuena, Aquiles Machado o Pilar Jurado.
                La OSRM ofrece sendos ciclos de Abono Sinfónico en Murcia -cuyos conciertos son grabados por RNE y emitidos en Radio Clásica- y en Cartagena, así como Conciertos Escolares y Conciertos en Familia, a través de los cuales se pretende estimular el acercamiento de los niños a la música clásica. Además, participa activamente en los ciclos de Grandes Conciertos y el de Danza del Auditorio Víctor Villegas de Murcia.
              Asimismo, destaca su participación en el ciclo Promúsica de Águilas, así como en numerosos Festivales y conciertos extraordinarios en los que se han realizado maridajes musicales con intérpretes de la talla de Noa, Joan Manuel Serrat, Susana Rinaldi, Vicente Amigo, Eleftheria Arvanitaki, Omara Portuondo, Milton Nascimento, Carlos Piñana, Estrella Morente o Armando Manzanero.
Ha grabado discos para el sello discográfico RTVE, como el Concierto para violín y orquesta de E. Elgar con el violinista Miguel Pérez-Espejo, Misa Plenaria Iubilate Deo, de Manuel Seco de Arpe o Selección para el Centenario del periódico La Verdad de Murcia, entre otros.
Ha realizado varias giras por numerosas ciudades de la Región de Murcia, y por distintas comunidades españolas como Andalucía, Comunidad Valenciana, Extremadura, Cantabria, Asturias, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Baleares y Madrid, destacando sus actuaciones en el Auditorio Nacional, Teatro Real, Auditorio de Galicia, Teatro Villamarta de Jerez, Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Palacio de La Almudaina de Palma de Mallorca o en el Baluarte de Pamplona, entre otras muchas.
              En el foso, ha participado en numerosas representaciones de ópera y zarzuela, como La TraviataCavalleria rusticanaPagliacciLa tempestadLucia di LammermoorL’elisir d’amoreNormaMadama ButterflyLa viejecitaGigantes y cabezudosFalstaffEl barbero de Sevilla o Carmen, entre otras.
Desde el año 2002, es miembro de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS)



NOTAS AL PROGRAMA



 “Parar el fluir de la Música debería ser como intentar parar el tiempo mismo; increíble e inconcebible”.
Aaron Copland
           
Es posible que entre Copland y Nietzsche no haya más cercanía, aparentemente, que la defensa de lo judío; uno por convicción y otro por ascendencia. Pero no es menos cierto que ambos describen un nuevo hombre que deberá nacer, trabajador, entregado, leal que romperá con las viejas creencias y tradiciones constituyendo un nuevo orden. Si en el filósofo alemán aparece la idea del “superhombre”, en Copland esta idea es llamada “el hombre común”. Tal es el título de la obra que da entrada a nuestro concierto.
            Conocida es la historia del nacimiento de la pieza: convocado un premio por el director de orquesta Eugene Goosens en Cincinnati en 1942 para homenajear a los soldados americanos en la Segunda Guerra Mundial en una etapa de exacerbado patriotismo, luego de 18 propuestas resulta ganadora la breve pieza de Copland. Resulta curioso el título y casi enigmático, pero realmente está extraído del discurso que el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Henry A. Wallace, pronunció ese mismo año, en el que proclamaba el “amanecer del Siglo del Hombre Común”, entendiendo “hombre común” como todas aquellas personas honestas y trabajadoras que hacían grande al país con su esfuerzo durante la guerra. Y si bien es verdad que podríamos identificar esta pieza con un sentimiento patriótico estadounidense ya que así y para ello nació, lo cierto es que la obra no entiende de parcelas políticas y más bien evoca el amanecer de ese nuevo hombre, emparentándola a la famosísima fanfarria inicial del poema sinfónico “Así habló Zaratustra” de Richard Strauss. El círculo con Nietzsche se cierra.
            Como si de un omnipresente guardián se tratase las dos obras de Prokofiev enmarcan a la “Pulcinella” de Stravinski, por la que continuaré.
            Desde que por primera vez se les vio en las plazas italianas de mediados del siglo XVI, su aparición ha trascendido el ámbito de las representaciones callejeras para convertirse en tema de poemas, cuadros, canciones y hasta óperas: Arlequín, Colombina, Pantaleón, Scaramouche, Isabella, Florindo, Pierrot, Polichinela, son sólo algunos de los nombres de los personajes que dieron forma a la llamada Commedia dell’Arte. En música, la fascinación que estos personajes han ejercido sobre gran número de compositores se manifiesta en obras como el “Carnaval” de Schumann, el “Pierrot Lunaire” de Arnold Schönberg o la ópera “Il Pagliacci” de Leoncavallo.
En 1919, Sergei Diaghilev, el archifamoso fundador de los Ballets Rusos, había triunfado una vez más en París al conjuntar el genio del coreógrafo Léonide Massin, el pintor Pablo Picasso y el director de orquesta Ernst Ansermet en la puesta en escena de “El sombrero de tres picos” de Manuel de Falla. Era pues el momento de volver a encargarle a Stravinski un nuevo ballet tras los éxitos – y escándalos - de “El pájaro de fuego”, “Petrushka” y “La consagración de la primavera”. El nuevo ballet se basó en un libreto de la primera mitad del siglo XVIII (Cuatro polichinelas semejantes) cuya música se atribuía a Giovanni Baptista Pergolesi, y de la cual el mismo Diaghilev dijo haber encontrado las partituras en Londres y Nápoles. Considerada la obra con la que Stravinski inicia su período llamado “neoclásico”, Pulcinella fue además la puerta por la que la música del barroco tardío y el clasicismo ejerció una enorme influencia en el compositor: “Pulcinella fue mi descubrimiento del pasado, la epifanía por medio de la cual la totalidad de mi obra tardía se hizo posible. Fue una mirada hacia atrás, por supuesto —la primera de las muchas historias de amor en esa dirección—, pero era además una mirada en el espejo.”
El ballet fue estrenado en la Ópera de París el 15 de mayo de 1920, y dos años después Stravinski seleccionó ocho de los números para conformar la suite, la cual fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Londres el 22 de diciembre de 1922.
Casi al tiempo, Sergei Prokofiev terminaba su Sinfonía clásica en la primavera de 1918, y unos días después obtenía permiso del nuevo gobierno para salir del país, marcando el inicio de un largo período de exilio por distintas ciudades que duró hasta 1936, año en el que regresó a la ya entonces Unión Soviética. Una vez más aparecería Diaghilev – personaje digno de un extenso estudio -  encargando la composición de varias obras al ruso para su estreno en París. De ese encargo nacieron los ballets “El bufón” y “El paso de acero”, sus óperas “El amor de las tres naranjas” y “El ángel de fuego”, así como su Tercer concierto para piano. Éste último, aunque compuesto durante su estancia estival de 1921 en St. Brevin les Pins en Bretaña, algunos de los materiales que lo conforman ya habían sido concebidos años antes de dejar su patria.  Fue estrenado el 16 de diciembre de 1921 con la Orquesta Sinfónica de Chicago bajo la batuta del director alemán Frederick Stock, y con el mismo Prokofiev en la parte solista. Desde el primer compás podemos escuchar una obra caracterizada por el vigor y la potencia rítmica de sus melodías — que no excluye el despliegue de pasajes de un expresivo lirismo —, la exuberancia de su orquestación y por las salvajes exigencias técnicas y musicales que el compositor le impone tanto al solista como a la orquesta. Solemnemente, Prokofiev se refirió al tercer movimiento como una discusión entre solista y orquesta, discusión que, por lo violento y subido del tono en el que se desarrolla, bien podría ser conyugal.
Las dos primeras décadas del siglo XX estuvieron impulsadas por algunos preceptos que no tardarían en cambiar el Arte para siempre; derribar las estructuras heredadas de la tradición, romper con la tiranía de la armonía, liberar a las artes plásticas de su servidumbre ante la literatura, eran algunas de las consignas que las distintas expresiones artísticas de la época anhelaban enterrar. La música no fue la excepción. En medio de la vorágine de cambios que arrasaba con todo en el arte, de la misma manera que la Primera Guerra Mundial sembraba el caos y la destrucción, fue estrenada el 21 de abril de 1918 en San Petersburgo una obra inspirada en los principios de orden, claridad y equilibrio característicos del estilo clásico cultivado por Haydn en la segunda mitad del siglo XVIII, pero que no dejaba de reflejar, aunque de una manera no despojada de humor, los nuevos conceptos musicales; al fin y al cabo ésta también era una manera de romper con la herencia.
La Sinfonía clásica es una sinfonietta, es decir, una pequeña sinfonía que Prokofiev escribiera a los 26 años, cuando para evitar ser reclutado por el ejército ruso y enviado al campo de batalla, se había matriculado nuevamente en el Conservatorio de San Petersburgo. La obra al más puro estilo clásico está dividida en cuatro movimientos, de los cuales el primero se sujeta al esquema de una forma sonata, mientras que el segundo es un movimiento lento y cantábile. El tercero, por su parte, no es un minueto, como debiera ser, sino una danza cortesana, una gavota, en tanto que el cuarto es un movimiento rápido, también con forma sonata. El resultado es una obra con todos los recursos y giros característicos de una sinfonía clásica, pero, como diría el hijo del compositor, «prokofievisados» con divertidas disonancias y deformaciones melódicas. A final de cuentas, Prokofiev llegó a escribir: “Me parecía que si Haydn hubiera estado vivo, se las hubiera arreglado para asimilar algo del estilo moderno, pero sin perder su estilo propio.”
Casi cien años después de su nacimiento, las obras de hoy nos parecerán “modernas” pese a su edad. No nos asustemos, no somos nosotros que nos hemos perdido algo por el camino. Quizá estas composiciones que nacieron en o entre periodos históricos convulsos para toda la humanidad siguen gozando, desgraciadamente, de plena vigencia a día de hoy.
Feliz estreno y buenas noches.

José Luis Llorca Cáceres.-