sábado, 22 de octubre de 2016

De lo uno, de lo otro, de aquí y de allá

De lo uno, de lo otro, de aquí y de allá1

71 
A través del ojo de la cerradura
te observo
libertad querida
fruta madura.
                          AC
                        2008


               En esta especie de Torre de Babel en que, da la impresión, está sumido el planeta Tierra y España en particular, cualquiera que, desde el pié de la pirámide social, observemos reflexivamente las expresiones de un número importante de esas personas que ocupan capas superiores en la pirámide, no le costará mucho darse cuenta, cómo en nombre de la libertad, se coartan libertades, no aceptando las reglas de juego existentes para toda la pirámide, desde la base hasta la cúspide. En esas capas superiores a la base, en que en numerosas ocasiones derecha y/o izquierda discuten de espaldas al complejo interés general,  algunos creen encontrarse capacitados e iluminados para, si no salen adelante sus propuestas, negar las reglas vigentes constitucionalmente, sentirse perseguidos, saltárselas, corromperse, justificar la violencia de Estado o la del tiro en la nuca, incluso si ocupan puestos que esa misma Constitución ha permitido que ocupen. Yo me hago una pregunta, ¿esos corruptos sociales que se saltan las leyes porque desde su punto de vista, no son democráticas y/o se sienten humillados y perseguidos, permitirán o permiten que las leyes que ellos aprueban o aprueben se las salten los que no las encuentren democráticas y se sientan perseguidos y humillados? Las leyes en general, nunca están a gusto de todos, -Al menos hasta que una superior evolución de nuestra capacidad cerebral de reflexión y análisis permita llegar a un convencimiento general por consenso de ideas- sin embargo y mientras tanto, podemos cambiarlas convenciendo democrática y constitucionalmente a la mayoría, mientras tanto, las hemos de acatar aunque no las compartamos, para no liarnos a tiros ¿o es lo que algunos quieren?. Si es así, habría que juzgarles por crimen de guerra premeditada ¿no?. Personalmente me agradaría que en España hubiera una República pro-socialismo y que los derechos humanos se desarrollaran en una nueva Constitución que garantizara la subsistencia de todas las personas, la vivienda, la salud, la enseñanza, la jubilación digna… No obstante, todas esas mejoras y más, hay que reivindicarlas por todos los medios pacíficos y democráticos a nuestro alcance, sobre todo, convenciendo, desde la praxis, a la mayoría que, por cierto, calla en esa inmensa base de la pirámide aguantando “democráticamente” todo el peso, de los de “arriba”, subrayo, de los de izquierda y de los de derecha, de laicos y santones



Nota: Lo que aquí expreso, nadie se lo crea. Pienso y escribo lo que pienso para desahogarme, luego existo, luego puedo estar equivocado o con el ánimo traspuesto. Que cada una o uno reflexione por su cuenta y, contraste. 


viernes, 21 de octubre de 2016

La Tertulia Musilite
                                                                       La Poesía ♫ 1

Principio

                                                                En el Santísimo nombre
                                                               de la Santísima Trinidad;
                                                                 en el nombre de Dios,
                                                                     Principio y Fin.
                                                                   Canto de ángeles.
                                                                La madre que lo parió.
                                                                               Y
                                                                después...y…siempre
                                                                                la
                                                                              cruz
                                                                                 .
                                                                                 .                                                                    .
                                                                                 .
               El tema de hoy ¿Qué es poesía y gustos poéticos personales?  lo propusiste tú, Marina. Yo he elegido este poema de Gabriel Celaya como punto de partida para el debate. Fueraparte del análisis técnico y contexto en que Celaya escribió este poema, difundido por el cantautor Paco Ibáñez y aprendido y repetido por las gargantas de miles de personas, durante los últimos años de la dictadura de Francisco Franco, y en la llamada transición democrática, fueraparte de eso, digo, nos puede servir para que tú misma inicies La Tertulia Musilite de hoy exponiendo tu punto de vista.



La poesía es un arma cargada de futuro
                                              Gabriel Celaya, seudónimo de Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta
                                                                                                                 (1911 en Hernani, 1991 Madrid).
  



Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

C
uando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.


               De nuestras aportaciones podemos colegir que estamos bastante de acuerdo en lo fundamental. La poesía, como la música, y el arte en general, nos van a manifestar lo que desde nuestra perspectiva veamos, oigamos o leamos y, experimentaremos placer o rechazo desde nuestro exclusivo punto de vista, seamos legos o expertos en la materia. Muy interesante lo que te ha contestado Lucas a lo importante de las reglas de la rima. Siendo significativo, no es menos evidente el que un soneto o poema perfecto en cuanto a reglas puede contener el vacio más absoluto. ¿Qué es poesía? ¿Qué la belleza? Ante una obra de arte, nuestra imaginación, conocimiento sobre el tema y la subjetividad, transportarán nuestro raciocinio a la sala de espera, mientras nuestro espíritu vuela libre. Libre de reglas, se entrega al disfrute  más hedonista, al sufrimiento más romántico o al rechazo destructivo que confunde la luz con las tinieblas o viceversa.
                      Es evidente que ninguno de los tres somos unos entendidos en poesía. Nos encontramos en la misma tesitura que con la música. Nos agrada y disfrutamos, en este caso de un poema, en la medida en que sus palabras nos emocionan, nos sugieren, transportan nuestra imaginación a un paraíso en donde se abren nuevas ventanas de luz al conocimiento de la vida, y recogeremos ese vocabulario que espolvorea la música del poema en el aire y nos las apropiaremos con inteligencia, para mirar más allá de lo que se mira y oír en frecuencia que no se oye. Si, además, en ocasiones somos capaces de volcar en palabras nuestra propia imaginación en forma de prosa o poesía, no hemos de ruborizarnos por no ser unos técnicos en la materia, si no gozar de ello y agradecer a esos artistas que nos han inspirado y a la propia Naturaleza, el que haya provocado tal florecimiento expresivo en nosotros mismos. 


viernes, 14 de octubre de 2016

La Tertulia Musi♫lite. La Música♫



La Tertulia Musilite.La Música ♫ 1



            Este canon que yo titulo El libro,  está inspirado en las noches de verano en que me sentaba en el suelo de la acera (“baldosa” decimos en Águilas ¿verdad?) y recostaba mi cabeza en las rodillas de mi abuela María mientras ella contaba historias que a mí me encantaban. No recuerdo si primero tararee la música, o fue escribiendo que la música se convocó a sí misma. Luego se la canté a mi hija María y ella hizo una in situ notación. A vosotros dos, Marina y Lucas, ya os la había cantado e intentamos el canon conjuntamente, no salió mal ¿os acordáis? Este ejemplo servirá para lo que voy a tratar  a continuación, y después abrimos un turno de palabras para la tertulia.

             Una definición muy corriente de música la define como “el arte de bien combinar los sonidos con el tiempo”. Y el silencio… añadiría yo.


 


               Como yo la vivo, la música va íntimamente ligada a la escritura. A veces es un sonido el que despierta una palabra, una idea y, otras, es una palabra, una frase, un poema, una idea, una imagen, un olor… lo que despierta un sonido, una melodía. A lo largo de esa novela que acabo de publicar, han sonado tantas dispares melodías: sinfónica, popular, de cantautor… que bien podría decirse que son esos sonidos musicales los que ha escrito y han desarrollado la trama de El Misterio de la Isla del Fraile, y no yo. La música, la llamada culta y las “otras” envuelven nuestra vida y sus sonidos alimentan nuestras neuronas, por eso, aún sintiendo enorme felicidad por saber que en el pueblo en donde nací, Águilas, continúa dando buena cosecha la Escuela y Banda de Música de la cual yo mismo fui educando hasta que, en Enero de 1961, marché a Valencia, no podéis imaginaros mi entusiasmo al conocer la existencia de la Asociación ProMúsica, organizadora de conciertos de clásica en el Auditorio de Águilas, singular arquitectura que  resalta en la bahía; habiéndose celebrado el último de la temporada 2015-2016, en el incomparable marco del Castillo de San Juan de las Águilas.
            Naturalmente que los sonidos musicales pueden sernos agradables o desagradables, incluso emplearse como arma de guerra, sumirnos en una romántica melancolía o elevarnos a un optimismo y alegría exultantes o ayudarnos a entender mejor ciertos aspectos de las matemáticas y la física. Sin embargo y, de forma general, aunque no seamos plenamente conscientes, la Música influye definitivamente en nuestros comportamientos y en nuestras decisiones personales del cada día, sus sonidos, su ritmo, su melodía, sus silencios, llevan interviniendo en nuestras neuronas desde el vientre de nuestras madres.


            Todo lo que intento transmitir en las líneas anteriores, lo explicó mucho mejor Sara Oxenstein en una conferencia impartida  en Lima el 26 de Agosto 2008, de la cual he entresacado lo siguiente:


{EL IMPACTO DE LA MUSICA EN LAS EMOCIONES Sara Oxenstein

                                                     ¨La música es la melodía cuyo texto es el mundo¨  Arthur Schopenhauer

/…/

            La música se introduce sin filtro hasta lo más recóndito de nuestras emociones, impregnando nuestros pensamientos, ideas, hasta nuestros planes y decisiones, influye en nuestras percepciones tanto de la realidad interna como de la externa y manipula sutilmente y muchas veces de manera inconsciente nuestro estado anímico.

            La palabra Oír deriva del latín audire que a su vez deriva oboedire y que significa obedecer. El sonido, traspasa, perfora, no conoce límites. Estamos obligados a escucharlo, no podemos cancelarlo ni tapando los oídos. Le obedecemos siendo que tiene además ventaja sobre la visión puesto que puede transmitirse en la oscuridad, viaja alrededor de las cosas alcanzando a la persona en donde se encuentre.

            Algunas melodías ó canciones activan de inmediato el recuerdo de una huella que marca un momento específico en la vida ya sea de nuestra niñez, en la época del colegio,  adolescencia, el primer pretendiente, los hijos, etc. Melodías que nos avientan al pasado sin pedirnos permiso y logran un silencio, una abstracción en donde se instala la nostalgia. Es un recuerdo que liga imagen y afecto. Además una pieza musical nos puede evocar no solo un momento sino toda una situación por ejemplo el restaurante donde estábamos, el decorado que tenía, el olor de la comida, la persona que nos acompañaba y la emoción que sentimos.

            La música es un lenguaje, se aprende, se recibe y se da. Por ser precisamente un lenguaje transmite mensajes que son altamente expresivos en emociones. Se produce una expectativa, un goce estético. La palabra música (del griego: "el arte de las musas") es según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. En Grecia también se le decía música a la poesía y a la danza como arte unitario.

            La música es parte integrativa de una gran cantidad de actividades humanas. No hay cultura en donde no se hayan encontrado trazos arqueológicos de instrumentos musicales ó las pinturas de danza halladas en las cuevas.  Seguramente los truenos, viento y lluvia influyeron en el hombre primitivo. Allí en donde se juntan las personas allí hay música desde un principio ha sido compañera indispensable de rituales religiosos, mágicos y profanos. Se le usa para enfatizar emocionalmente sucesos patrióticos, fúnebres, militares, dramáticos o heroicos. Bodas, fiestas, deportes, graduaciones, rezos, cenas románticas, se emplea de fondo para el estudio o al comer, para ir a dormir, para enseñar a los niños, para relajarse por un dolor ó por estrés, para llorar una pena, para saltar de alegría, para enjuagar lágrimas por un amor prohibido. 
/…/
            La música con o sin palabras alcanza el cuerpo. Sus metáforas son somáticas, cuántas veces hemos escuchado frases como: ¨esa canción me pone los pelos de punta, la piel de gallina, me produce llanto, escalofríos, alegría, miedo, nostalgia, etc.¨
La música nos desnuda, nos hace reconocer que tenemos un cuerpo, nos invade, nos conoce, sabe nuestros secretos y nos los muestra llevándonos hasta el más allá del que ella sabe muy bien. 
            Lo importante es la propia música: sobre todo saberla oír bebiendo del placer que nos transmite, de la afectividad que nos conmueve y de las ideas que nos suscita. Produce una enorme fascinación, provoca conocimiento del mundo, de nosotros. 
/…/
            La música es ese canto anterior al lenguaje, es lo anterior a la culpa, anterior a la primera caída de bruces del infante contra el suelo, es esa melodía del corazón de la madre con los susurros retumbantes del exterior. Es eso que acompañaba nuestro ser desde el principio. Desde el origen del sujeto y la cultura.
            Los antiguos griegos le adjudicaban a la música una facultad de hechizo por la poesía y el sonido que son elementos poderosos para ensoñar, que producen fantasía. Para los pitagóricos el alma es armonía y la forma en que se revela es a través de la música. 
/…/
            Este autor (Didier Anzieu psicoanalista francés) dice que la envoltura sonora es muy primaria. Antes de hablar, cantamos. Lo primero que nos llega desde las profundidades del cuerpo y del ser materno es su musicalidad, los tonos de voz.  Los latidos del corazón de la madre que expresan emoción. El feto dentro del útero escucha los ritmos internos de los órganos, los arpegios que componen el sistema respiratorio y que a veces conseguirá que el bebé por nacer se retuerza y aleje por angustia y otras veces conseguirá que se deleite y baile de alegría, escucha la musicalidad de la circulación de los fluídos y sus gorgoteos y suspiros. Los latidos dentro del cordón umbilical y la voz de la madre que retumba en las cavidades del cuerpo. Madre e hijo están relacionados por el ¨baño sonoro de la madre¨. Es así que la relación entre música y cuerpo es tan privada. El cuerpo en estado de música es ese cuerpo que es visceral, tactil, crudo, profundo.
/…/
            Cuando el bebe nace sale de un mundo en el que estaba protegido. Pero la envoltura sonora continuará en el exterior como sensación a partir de vivencias sonoras cotidianas, los ruidos, música, palabras, voces, vibraciones y silencios del entorno familiar y del mundo externo. Es un vivenciar sonoro en que los estímulos producirán las sensaciones, la percepción, la emoción y la fantasía.

            El grito inaugural del neonato llega como un canto provocado por la separación de la madre. La dimensión acústica y musical acompaña todo el período perinatal, una historia de cuerpo y el ritmo que estuvieron presentes en el interior de la madre. La voz de la madre con sus arrullos, sus canciones de cuna son una fuente de placer y armonía corporal. Los sonidos cariñosos con el acompañamiento de elementos rítmicos evocarán pues estados de ánimos placenteros para toda la vida.

            El Dr. Mark Tramo, músico, compositor, neurólogo y director de ¨The Institute for Music & Brain Science Harvard Medical School¨ dedicado a la investigación de la relación entre melodía, armonía y ritmo y las emociones y sentimientos que producen a nivel de las células cerebrales, considera que ¨la música está en nuestros genes¨. ¨La emoción que produce la música tiene que ver con los sentidos, con lo primario con lo metacomunicacional. Cuando la música da en la tecla de nuestros sentimientos, es ahí donde habla de nosotros. Cada persona tendrá su propia melodía que produzca ese temblor, esa emoción, ese impacto del que hablamos¨.

            Los científicos consideran que estas respuestas son evidencia de que ciertas reglas de la música están ya conectadas, cableadas en el cerebro. Y el mundo de la experiencia se construye sólo gradualmente en parte en base a rasgos y habilidades innatos pero principalmente se moldea por la interacción con el medio. 

            El placer de la música revive la fusión primitiva, la voz hipnótica del deseo, la voz del amor alucinado. Cada órgano, cada célula, cada átomo de nuestro cuerpo funciona y trabaja rítmicamente. Nuestro cuerpo es una orquesta en movimiento que se unifica al exterior de nuestros pensamientos y deseos.

            La música involucra la emoción tanto en quien la percibe como en quien la produce, ejecuta o canta. Cuando un acorde nos produce un delicioso escalofrío se activan en el cerebro los mismos centros de placer que actúan al comer chocolate, hacer el amor o tomar ciertas drogas.

            A partir de diversos tipos de música se pueden inducir diferentes estados de ánimo que tendrán consecuencias en tareas psicomotoras y cognitivas. Por ejemplo se puede escuchar un tipo de música estimulante que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones. O también está el tipo de música sedante que es de naturaleza melódica sostenida y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y timbre vocal e instrumental reconocible con efectos tranquilizantes. De tal manera que invoca  primitivos estados de ánimo, ya sea atemorizantes o juguetonamente excitantes, relajantes, puede causar suspenso y también apaciguar y adormecer.
/…/
            Las investigaciones más recientes han revelado que la música, al actuar sobre el sistema nervioso central aumenta los niveles de endorfinas, los opiáceos propios del cerebro, así como los de otros neurotransmisores como la dopamina, la acetilcolina y la oxitocina. De las endorfinas se ha descubierto que dan motivación y energía ante la vida, que producen alegría y optimismo, que disminuyen el dolor; que contribuyen a la sensación de bienestar; que estimulan sentimientos de gratitud y satisfacción existencial. Se sabe que la liberación de endorfinas disminuye la necesidad de medicamentos y alivia la ansiedad ayudando en diversas patologías como la depresión por ejemplo pues la música es capaz de transformar las experiencias más dolorosas y abrumadoras en algo tolerable y hasta placentero.
/…/
            La mente consciente, aún la más racional y planificadora opera bajo la influencia permanente de la realidad afectiva. Las emociones condicionan en alto grado el desarrollo de la motivación y ésta es el elemento impulsor más poderoso de la conducta. Es importante el componente afectivo del procesamiento musical; la música es un poderoso instrumento para evocar emociones y lo hace a través de las áreas cerebrales encargadas de esta función biológica.
/…/
            En la crítica artística la palabra pathos se utiliza para referirse a la íntima emoción presente en una obra de arte que despierta otra similar en quien la contempla. 

            ¿Qué pasa con las hormonas frente a la música? La liberación de hormonas provocada por la condición emocional produce grandes cambios en el organismo: se descarga la glucosa almacenada para dar energía, aumenta la presión sanguínea, se altera o inmoviliza el sistema muscular al aumentar el flujo sanguíneo, se afecta el  sistema inmunológico, el carácter de la persona reacciona.

            Lo anterior nos ayuda a entender cómo la música (vía los sentidos y las emociones) afecta al cerebro en consecuencia a la mente y al resto del cuerpo. 

            El círculo se forma mediante el cerebro que recibe los efectos de las hormonas liberadas por las glándulas y el mismo cerebro respondiendo a estímulos externos e internos y termina enviando información a las glándulas para secretar más hormonas.

            La adrenalina en el cerebro activa centros nerviosos tales como el centro de las emociones y el de la memoria. Un resultado importante de la liberación de adrenalina es que afecta particularmente a un grupo de células cerebrales de forma almendrada conocido como la amígdala. A la amígdala se le puede considerar como el mayor centro de mando emocional. Cuando hay actividad en ésta es seguro que el sujeto está experimentando emociones. Además entre más adrenalina llegue al cerebro el recuerdo de la experiencia vivida en ese momento se fortalece quedando fuertemente grabado en la memoria.

            Estudios muestran que una misma música puede aumentar o disminuir las hormonas del estrés en diferentes personas dependiendo de los sujetos porque no es sólo cuestión de tipos de música sino también del estado mental y de conocimiento del individuo. Ésta es una consideración importante para entender la interacción música, hormonas y cerebro.

            Si un experto escucha música prestará atención a cosas que al resto nos pasa desapercibido. Los que no somos expertos en la materia lo que hacemos es simplemente disfrutar de la música como si se disfrutara de un postre y sin saber los secretos que un Cheff si sabe.  No nos detenemos a pensar que hay detrás de lo que estamos saboreando sin embargo el Cheff sabrá perfectamente frente al paladear un tiramisú si la mantequilla es francesa ó el queso es de verdad mascarpone, cuál será la densidad de la harina y además descubrirá el secreto toque de maracuyá.
/…/
            Para terminar puedo decir que LA MUSICA es entonces capaz de evocar poderosas emociones. Es tan antigua como el hombre, natural y espontánea, inmediata y necesaria como la comunicación y el lenguaje y es también tan eficaz moduladora de las funciones cerebrales como genuina satisfacción de estética y libertad, atributos que la convierten en una auténtica, bella y legítima experiencia propiciadora de creatividad. Qué más? pues refina la sensibilidad y fortalece el desarrollo intelectual, culminando con el enriquecimiento global de la personalidad de la persona y conformando así un ser humano más armonioso en su totalidad. El hombre asimilará, repetirá, aplicará y perfeccionará en el campo de sus experiencias personales que más tarde determinarán su desarrollo y conducta emocional.
/…/
Lima, 26 de Agosto 2008 }


            Hasta lo anterior, lo que más me ha interesado del discurso de Sara Oxenstein. Ahora si os parece, el debate. ¿Quién toma la palabra en primer lugar? ¿Tú, Marina? Tú, Lucas? 


La Tertulia Musi♫lite. Inicio

La Tertulia Musilite



               Apreciados Marina y Lucas, contertulios de La Tertulia Musilite, expongo a vuestro parecer lo siguiente:


       Me agradaría asistir, en Águilas, a una tertulia en que la edad, por abajo o por arriba, no fuera cortapisa. En donde las personas experimentáramos placer en la Cultura, de forma general y, principal y particularmente, en la Música y la Literatura, si así se acuerda.

Una tertulia cultural de élite, en cuanto al deseo de comunicar y aprender dialécticamente del otro o de la otra, no elitista. Culta, no culterana.

Una tertulia en que sustituyamos la ortodoxia por la duda, que no quiere decir indecisión.

Una tertulia de diálogo y exposición tranquilo y fluido, ameno, instructivo…,

Una tertulia, libre, en la que no se pasara lista en cuanto a la asistencia o no, la participación o no. Con moderad@r-direct@r elegid@ al inicio del Curso Tertuliano Musiletano, y varios suplentes para cubrir las ausencias del titular.

Una tertulia en que no fuera óbice no residir en Águilas y asistir y/o colaborar como se acuerde o se pueda, por ejemplo, participar a través de Skype o Handgouts.

Una tertulia en fin, en que, como una mancha de aceite, el amor al sonido de la palabra, a las palabras de la música, a la esencia del reflexivo silencio, promueva llamada generalizada a todas las personas que necesiten vital y existencialmente el nutriente cultural que abre la luz a lo bello y sublime de la vida, al conocimiento.

Mientras tanto, si así os parece, lo que queramos decir, nos lo diremos para nosotros mismos,            en La Tertulia Musilite
     
      

INICIO. REINICIO II

                 Hablé de un reinicio y vuelvo a reiterarme un tiempo después. Justificar la tardanza no procede cuando lo que uno pretende es distraerse, pasarlo bien. Así que, en este nuevo reinicio, he borrado algún escrito anterior y añado una nueva ENTRADA: La Tertulia Musilite.

             He de aclarar que, aunque deseo una continuidad participativa, no puedo prometer, ni prometo. Eso (el prometer) se lo dejo a los políticos de profesión.