miércoles, 29 de noviembre de 2017

La Tertulia Musi♫lite. La Música ♫ 20

La Tertulia Musilite. La Música ♫ 20



        Querida amiga y contertulia Marina, si la música inunda nuestras neuronas y las incitan a describir mundos que afectan a nuestro estado de ánimo, la melodía calificada como propiamente descriptiva ataca directamente al mundo emocional de forma profunda. La sustitución de “Cuadros de una Exposición”, que tanto esperabas, para cerrar los ojos y, en el Paseo (Gnomos, El viejo Castillo,…La Gran Puerta de Kiev) de la partitura, percibir la imagen de cada cuadro, no debe entristecerte; la “Sinfónia nº 9 Nuevo Mundo" de Dvorak, la más conocida e interpretada de este compositor en la que intenta describir sus impresiones sobre el Nuevo Mundo americano, y escuchada por los astronautas americanos en su viaje a la Luna, evoca paisajes que, ni el mismo Dvorak pudo imaginar en su descriptiva melodía. Así que, Marina, Lucas…, ProMúsica de Águilas, con sus invitados Beethoven y Dvorak, uno con su “Concierto para piano y orquesta Nº 3” y el otro, con su “Nuevo Mundo” nos esperan en el Auditorio. Nos vemos y, brindaremos por la próxima audición. ac 


PRO MÚSICA ÁGUILAS
AUDITORIO Y PALACIO DE CONGRESOS INFANTA DOÑA ELENA

GRAN CONCIERTO  TEMPORADA 2017/2018 3º DE ABONO VIERNES 1 DE DICIEMBRE A LAS 21 HORAS 

GRAN CONCIERTO


ENTRADAS COLABORACIÓN DISPONIBLES EN PRO MÚSICA ÁGUILAS C /. Castelar, nº. 2 - 2nd Tel: 626 476 389 and VICTORIA TRAVEL - Calle Isabel la Católica nº 1 - Telf: 968 414752

Entradas colaboración concierto: 15 Euros  
Menores de 18 años 50% menos.

Marton KISS

Nacido el 21 de agosto de 1992 en Szombathely. Comenzó a tocar el piano con 6 años en la clase de la profesora  Lenke Németh en la escuela Béla Bartók Musik.
En 2001 y 2003 ganó el Premio Bösendorfer en Austria, en la  Prima la Musica  Competición,  dos veces el primer premio.
En 2003 ganó en marzo en Budapest el Concurso de Piano de Mozart. Como premio especial, tocó en muchos conciertos, en Miskolc en el Festival de Ópera, en Budapest en el Festival de Primavera y Szombathely. Se convirtió en estudiante de la Universidad de Música en Graz, en la clase de jóvenes talentos. Su primer profesora fue Lioudmilla Satz.
En 2004 ganó el tercer premio en Brno, en otra concurso  de Mozart. En la música de cámara con  Tibor Gyenge, obtuvieron el Primer Premio en Székesfehérvár, en el Concurso de Música de Cámara Alba Regia.
En 2005 tocó  Mendelssohn: Concierto para piano en re menor con la Orquesta Sinfónica de Savaria, el ldirector fue el  János Petró. En abril tocó con  Nikolaus Harnoncourt en Viena en la ciudad de la ONU. Casi 2000 personas asistieron al concierto.
En 2007 organizó un concierto benéfico para niños en el hospital de Szombathely. En  verano, ganó el Tercer Premio en Munich, y también el Primer Premio del Jurado del Público y el Jurado de Jóvenes Talentos. En noviembre ganó el Primer Premio en Usti nad Labem, en la República Checa, y otro Premio especial, por el mejor arreglo de Liszt.
En 2009 ganó el Premio Sándor Kiss del Rotary Club en Szombathely. En ese  año fue apoyado por la Fundación Nueva Europa.
En 2010 tocó el concierto de Liszt para piano en A major en Szombathely. En junio finalizó sus estudios en la Escuela de Gramática Primaria y Secundaria de János Bolyai. Obtuvo la Medalla de Honor de la escuela. Hizo el examen de ingreso a la Universidad en Graz, sus profesores fueron  Milana Chernyavska y luego  Balázs Szokolay.
En 2011 entró en la ronda final  de la concurso  de piano  Yamaha. En mayo tocó en Rupperstal en un Pleyel-piano, que es uno de esos pianos, en el cual Liszt también tocó. Debido al año de Liszt, tocó en muchos conciertos, en Bük, Güssing, Szombathely, Sopron, St. Pölten.
En 2012 continuó sus estudios en la clase de  Ayami Ikeba.  Ha realizado conciertos solistas en Austria y Hungría. Obtuvo el Primer Premio en el concurso del Consulado Húngaro en Graz.
En 2013 tocó varios conciertos para piano, Grieg, Gershwin, Haydn, Beethoven y Mozart. Fue invitado a un Concurso de Piano en Aarhus.  Ganó nuevamente el apoyo de la Fundación Nueva Europa.
En enero de 2014 tocó el 3er Concierto para piano de Beethoven con el maestro Tamás Vásáry en Pavía. En marzo terminó sus estudios de Bachelor en la Universidad de Música en Graz, desde entonces es Master-student en la clase de Mrs Ayami Ikeba.  Realizó dos conciertos en el festival LeXGiornate en Brescia, con Marco Feruglio y Andrea Oddone.
En 2015 obtuvo el Premio Junior Prima en Hungría. Asistió al Forum for Tasti Piano Competition en Eslovaquia, donde pasó a la final.


MICHAEL THOMAS

Michael Thomas es un referente internacional, considerado como uno de los más destacados artistas de su generación.
Natural de Middlesbrough (Reino Unido), comenzó a tocar el violín a los nueve años y a los once se convirtió en el miembro más joven, hasta la fecha, de la National Youth Orchestra of Great Britain. En ella tocó bajo la batuta de algunos de los directores más prestigiosos del mundo, como Simon Rattle, Pierre Boulez y Oivin Fjelstadt.
En 1971 FUNDÓ EL BRODSKY QUARTET, que lideró durante 27 años y con el que dio conciertos por todo el mundo, realizando numerosas grabaciones y apariciones en radio y TV. El mismo año fundó la Cleveland Concertante, una orquesta de cuerda con la que Michael tuvo sus primeras experiencias como director, como el estreno de su Concierto para violonchelo a los catorce años..
Michael ha sido invitado a dirigir numerosas orquestas, como la Britten-Pears OrchestraOrquesta de CórdobaMusikeneOrquesta de RTVEOrquesta Sinfónica de CastellóBochum Symphony OrchestraMalmö Academy OrchestraReal Orquesta Sinfónica de Sevilla, orquestas de las academias de TrinityGuildhall y de la Royal Academy de LondresOrquesta Estatal de Izmir y la Orquesta de Cámara de Ostia.
Desde el año 2000 Michael ha sido director artístico de la Orquesta Joven de Andalucía (OJA), con la que ha organizado y dirigido giras por Portugal, Gran Bretaña, Francia, Italia... Con ella preparaba de tres a cuatro encuentros anuales, además de las giras y grabaciones. También ha sido director del Joven Coro de Andalucía. Ha invitado a prestigiosos directores a trabajar con la OJA, entre los que se encuentran figuras de la talla de Diego Masson, Enrique Mazzola, Gloria Isabel Ramos, José Luis Temes, Pablo González, Pedro Halffter y Arturo Tamayo.
El buen trabajo de la OCAL durante todo este tiempo le ha valido para que renombrados solistas se presten a colaborar con ella. Algunos de estos nombres son Plácido Domingo, Maxim Vengorov, Vladímir Áshkenazi, Ara Malikian, Christophe Coin. A su vez han colaborado también artistas de otros géneros musicales como David Bisbal, Raphael y Tomatito.

 ORQUESTA CIUDAD DE ALMERÍA

La trayectoria de la Orquesta Ciudad de Almería, en estos ya 16 AÑOS DE SU EXISTENCIA, ha hecho que poco a poco se convierta en el máximo referente y exponente de la vida cultural de la capital y provincia almeriense en lo que a música clásica se refiere. Esta orquesta ha crecido espectacularmente en todas las direcciones desde su primer concierto en Diciembre de 2001, gracias al apoyo incondicional del Ayuntamiento de Almería, del trabajo constante de sus componentes y a la proyección que le han dado los solistas y directores nacioanels e internacionales de gran renombre produciendo muy buenos resultados de crítica y público.
Además de su ACTUAL DIRECTOR TITULAR MICHAEL THOMAS, cuyo currículo le avala ya que fue la persona que fundó el Brodsky Quartet y al que lideró durante 27 años dando conciertos por todo el mundo, así como numerosas grabaciones y apariciones en radio y TV. Fundó la Cleveland Concertante, combinando sus numerosos compromisos internacionales como líder del Brodsky Quartet con proyectos de composición e interpretación con músicos de todos los estilos, como Paul McCartney, que le encargó los arreglos musicales para el funeral de Linda McCartney, Björk, con quien interpretó en vivo sus propios arreglos de las canciones de la islandesa, o con Elvis Costello, colaboración que dio como resultado el álbum The Juliet Letters, ganador de un Edison Award,  la orquesta Ciudad de Almería ha estado bajo la batuta de prestigiosos directores invitados, tanto nacionales como internacionales, tales como Pablo González, Vladimir Ashkenazy, Pablo Christopher Coin, Lavard Skou-Larsen, etc...
Por otro lado la orquesta se atreve a tocar todos los palos, puesto que sus concertos van desde lo clásico tradicional y comtemporáneo como "la Misa de la Coronación",  "Los Cuadros de una Exposición", El "Carmina Burana", pasando por la ópera como "Las Bodas de Fígaro", hasta la Zarzuela, con "Agua, Azucarillos y Aguardiente" y música de cine en uno de los conciertos de feria, siguiendo con flamenco con Tomatito o Estrella Morente, Copla con Diana navarro o Pasión Vega, terminando con Boleros con Tamara.
Numerosos son los renomabrados solistas que han colaborado la Orquesta, tales como Maxim Vengerov,  Mei-Ting Sun,  Plácido DomingoAra MalikianJose Manuel Zapata y Juan Francisco Padilla, así como Joan Manuel Serrat y David Bisbal, en éste último caso la colaboración ha sido aún mas estrecha, ya que participó activamente en el décimo aniversario de la Orquesta, en el que se le obsequió con una versión orquestada por el mismo Michael Thomas de uno de sus temas mas conocidos y además  un  quinteto de solistas de la orquesta lo ha acompañado personalmente en sus conciertos por España.
El fuerte de esta orquesta está en los conciertos multitudinarios, ya que la filosofía de la misma en el momento de su creación y hasta ahora es llegar a todo tipo de público y al  mayor número de ellos, así desde la Ceremonia de Inauguración de los XV Juegos Olímpicos del Mediterráneo o los conciertos en la Feria de Almería (que ya constituyen en sí mismos una institución), en los que llenaban hasta la bandera en sus conciertos iniciales al aire libre  y con fuegos artificiales, hasta los que se realizan en las últimas ediciones en el Palacio de los Juegos del Mediterraneo, en los que se hace cola para entrar cada feria, así como en los festivales en los que participa todos los años  como el concierto final del Certamen Internacional de Guitarra Clásica “Julián Arcas” o el “Clásicos en el Parque”)
Festivales a los que la Orquesta es asidua son, además del citado Certamen Internacional de Guitarra Julian Arcas, el Festival de Música Antigua y Renacentista de Vélez Blanco, El Ciclo de Música Sacra de Almería o en las Jornadas de Teatro del siglo de Oro.
Es importante destacar por otro lado la gran labor educativa que la Orquesta proporciona, ya que en su seno se han creado dos proyectos de formación permanente (OJAL Y ACADEMIA DE LA OJAL) con el objetivo de formar a jóvenes músicos e iniciarlos en el duro trabajo de la vida orquestal, es un proyecto innovador en tanto en cuanto no se ha realizado actividad alguna de esta índole en nuestra ciudad, con el aprendizaje, la formación y el desarrollo de una actividad docente y formativa con una aplicación práctica de las mismas, reflejadas en forma de conciertos, es innovador también el hecho de que las personas que forman a estos niños son verdaderos “Maestros”; se trata, entre otros, de Michael Thomas y José Ángel Vélez, director y concertino, respectivamente, de la Orquesta Ciudad de Almería. Los músicos reciben Formación académica SEMANAL en la sede de la OCAL, con una organización semiprofesional; haciendo seccionales, en los que cada una de las cuerdas, trabajan las obras con profesionales de gran valía que les alecciona, asesora y posteriormente en los tutti con los que la formación al completo.
En su seno se crea El Coro de la Orquesta Ciudad de Almería que se forma por primera vez en agosto de 2006 con motivo de la interpretación del Carmina Burana de Carl Orff en el Muelle de Levante (Puerto de Almería), concierto al que asistieron más de 5.000 personas. Fue la excusa perfecta para darle forma a un proyecto que después, en su corta trayectoria, ha compaginado el trabajo sinfónico (Carmina Burana, Zarzuela, Requiem de Mozart, Mesías de Haendel, Música de Cine, Ópera...) con conciertos a capela.  
Por otro lado ha colaborado con La Escuela Municipal de Música y Artes de Almería (EMMA) para que los recursos de los que la ciudad dispone se aúnan aún más. La Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, distingió a la Orquesta Ciudad de Almería con la Bandera de Andalucía, entregada por la Delegacion de Gobierno en el acto conmemorativo con motivo del Día de Andalucía: “Por promover a Almería como espacio para la cultura, por su afán en la difusión de la música clásica haciendo que el almeriense sea un público cada vez más entendido y demandante de calidad y profesionalidad, y por su labor de formacion de la cantera de músicos de la Orquesta Joven de Almería” (en Almería, Delegación de Gobierno, 27-feb-2009).
En septiembre de 2013 ha recibido el destacado premio Ideal a los mas sobresalientes de la ciudad, premio que recogió el director de la orquesta, Michael Thomas, emocionado.
NOTA:
Se informa que se ha producido un cambio en la programación inicialmente anunciada y  en lugar de interpretarse "Cuadros de una exposición" de M. Mussorgsky, se interpretará  la Novena sinfónia nº 9 "Nuevo Mundo" de A. Dvorak.


NOTAS AL PROGRAMA

¿Qué significa domesticar?
Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro –
Significa crear lazos.
En “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry

            A vueltas con las notas al programa que nos acompañarían el concierto de esta  noche, ando yo mirando – que no viendo – un documental de naturaleza de esos de maravillosa factura a los que nos tiene acostumbrados la televisión de hoy. Concretamente no recuerdo el contenido del mismo pero, creo que era sobre no sé qué recóndito lugar de las profundidades marinas, me viene en pensar sobre cómo el ser humano a lo largo de su historia ha intentado en todo momento comprender, explicar y domar cualquier aspecto que le rodee, sea éste de la Naturaleza, el Arte o la Filosofía, o... En una palabra; DOMESTICAR.
            Y he aquí que encuentro el motivo que habrá de mover la prosa que continúa.
            Una vez buscadas definiciones, aproximaciones filológicas o discusiones metafísicas, es en la sencilla definición que aparece en “El principito”, con su inocente rotundidad, donde me sitúa la idea. Al Hombre, en su infinita necesidad de comprensión, le mueve el deseo de explicar para así poder asir todo conocimiento y, por tanto, domesticar su mundo y su vida. Aunque, desgraciadamente y según el zorro, al que no le falta razón, sea algo olvidado por lo menos en cuanto a lo de crear lazos se refiere.
            La domesticación de Beethoven podemos plantearla en una doble vía. La primera bajo el punto de vista del dominio del mundo pianístico. La segunda, la domesticación de la Música misma y así seguir – o quizá anticiparse – a las enseñanzas de nuestro parlante zorro. Efectivamente, Beethoven crea a través de su música los lazos que permitirán a su muerte dotar a toda la Humanidad de un himno que los unirá eternamente. Me refiero por supuesto a su inmortal “Himno a la alegría” de su novena sinfonía.
            Pero es hoy el piano de Beethoven lo que nos ocupa. Es en el sentido más informal del término “domesticar” donde se encuentra su aportación. Por ser breve. Beethoven revoluciona el piano de su tiempo, no ya como excelente solista – tan solo recordar que fue él el que estrenó la mayoría de sus obras para el instrumento – sino y también, en cuanto a las exigencias constructivas del por entonces pianoforte. Sería el genial compositor el que obligó a extremos requerimientos a instrumentistas y constructores de su época.

Digo, que no solo será él quien da el salto del piano mozartiano y su desarrollo clasicista al piano romántico, con su extensa carga emocional y necesidades virtuosísticas,  es al mismo piano como herramienta de trabajo al que se le hace necesario una urgente evolución derivada de la complejidad técnica de sus obras. Con tan solo un ejemplo debería quedar ilustrado. Beethoven hereda el antiguo piano de finales del XVIII, donde la estructura es más endeble al ser completamente de madera, el encordamiento y todo el sistema de macillos también obliga a unos fraseos menos exigentes y todo ello se trasluce en un sonido más pobre. La demanda de su repertorio, y mucho más evidente en su madurez, obliga a los constructores contemporáneos evolucionar a un instrumento mucho más poderoso, sonoro y ágil. Beethoven pasaría de su piano inglés Broadwood con arco de madera (y que probablemente no aguantaría los envites del compositor) a los magníficos Érard franceses que comenzaban a introducir arpas de acero fundido, dobles y triples cuerdas y macillos de repetición.
Si en los dos primeros conciertos para piano – más uno compuesto a los 14 años y no incluido apenas en el repertorio – podemos escuchar a un Beethoven continuista con la tradición vienesa, sencillo y casi familiar, el verdadero cambio de estilo llegará con el concierto N° 3 en do menor, terminado en 1800, estrenado en abril de 1803 y publicado en 1804. La música ha dejado de ser fresca y bucólica para adquirir rasgos épicos y turbulentos, mostrando el sello de una segunda etapa en la vida del maestro, pues la sordera ha comenzado definitivamente a hacerse presente. En el otoño de 1802, el de Bonn confesará su dolor en el enigmático testamento de Heiligenstadt (que solo se conocerá después de su muerte, veinticinco años más tarde), donde se lamenta amargamente de que le haya tocado precisamente a él, a un músico, perder su sentido más necesario; la audición. El concierto N° 3 es el único de los cinco escrito en modo menor y refleja una clara evolución e introspección en su literatura pianística. No debe ser casualidad que a estas alturas, Beethoven ya ha compuesto dieciocho de sus 32 sonatas para piano y se está gestando su tercera sinfonía.
Entre las más impresionantes y conocidas sinfonías cíclicas de la historia de la música se encuentra la “Sinfonía del Nuevo Mundo” de Antonín Dvorak. La obra fue encargada al compositor por la Orquesta Filarmónica de Nueva York en 1892, año en el que Dvorak había llegado a Estados Unidos para hacerse cargo de la dirección del recién fundado Conservatorio de la ciudad. El compositor creó entonces una  obra con la intención de mostrar el resultado de la aplicación de las técnicas compositivas europeas a materiales melódicos y rítmicos influenciados por ciertas tradiciones propias de los Estados Unidos. Entre otros: los espirituales negros y el folclore musical indio, para indicar lo que él creía que debería ser el camino a seguir por los compositores norteamericanos para crear una identidad nacional musical.
En relación con la tradición de los espirituales negros Dvorak declaró:
“Estoy convencido de que el futuro de la música de este país debe estar basado en lo que se suele llamar melodías negras. Éstas pueden ser la base para una seria y original escuela de compositores que se puede desarrollar en los Estados Unidos. Estos bellos y variados temas son el fruto de la tierra. Son las canciones populares de vuestra tierra, y vuestros compositores deben centrarse en ellas”.
 Como hilo conductor e inspiración utilizó la leyenda del Hiawatha (poema épico indio americano) escrito por Longfellow y cuya lectura le sobrecogió:
“Vosotros a quienes gustan los parajes naturales, que gustáis del prado soleado y el bosque umbrío, que os gusta el viento soplando entre las ramas, el aguacero y la nevasca, y las avenidas de los grandes ríos por entre sus palizadas de pinos; y el trueno en la montaña, cuyos ecos innumerables semejan los aleteos de las águilas en sus aguileras: ¡escuchad estas tradiciones salvajes, este Canto de Hiawatha!”.   
El resultado fue una grandiosa sinfonía en cuatro movimientos, apegados todos al orden y estructura tradicional: el funeral de Minnehaha y el despertar de la aurora en el Largo del 2º movimiento, la canción de Chibiabos, danzas guerreras y nupciales en el Scherzo, así como referencias a un espiritual afroamericano “Swing low, sweet chariot” que parece estar presente en el 1º movimiento. Quiero decir, en definitiva, que realmente la novena sinfonía de Dvorak no recopila melodías de música tradicional norteamericana precedentes, sino que es la propia sinfonía la que inaugura la música considerada más tarde como típicamente americana con sus sonoridades amplísimas y sus cantos épicos y nacionalistas. Son estas melodías y a partir de ellas las que a menudo hemos identificado como tradicionalmente norteamericanas y su estilo inspirado a compositores posteriores como Aaron Copland o Milton Babbitt.
Cuál fuera la intención de Dvorak quizá no podamos explicarla ni hoy ni nunca pero, si el autor quiso domesticar las praderas y montañas americanas a modo de documental televisivo, lo consiguió. No es difícil imaginar en sus páginas los inmensos paisajes norteamericanos y sus ancestrales tradiciones. Si realmente quiso domesticar su música “creando lazos”, esto también quedó patente vinculando para siempre la música europea con el incipiente arte americano.
Como afirmaría Borges: “todas las cosas están unidas por vínculos secretos”.
Suerte. Buenas noches.


José Luis Llorca Cáceres.-

Información del concierto: ProMúsica Águilas.



viernes, 3 de noviembre de 2017

La Tertulia Musi♫lite. La Música ♫ 19

La Tertulia Musilite. La Música ♫ 19
Queridos contertulios, PRO-MÚSICA ÁGUILAS nos ofrece otro gran disfrute existencial en este segundo concierto de la presente temporada, como siempre, en el Auditorio nos vemos.


PRO MÚSICA ÁGUILAS
AUDITORIO Y PALACIO DE CONGRESOS INFANTA DOÑA ELENA
GRAN CONCIERTO  TEMPORADA 2017/2018 2º DE ABONO VIERNES 10 DE NOVIEMBRE A LAS 21 HORAS 
ENTRADAS Y ABONOS TEMPORADA DISPONIBLES EN PRO MÚSICA ÁGUILAS C /. Castelar, nº. 2 - 2nd Tel: 626 476 389 and VICTORIA TRAVEL - Calle Isabel la Católica nº 1 - Telf: 968 414752
Abono temporada. 90 EurosEntradas colaboración concierto: 15 Euros 
Menores de 18 años 50% menos.


AYA SAKAMOTO

Nacida en Japón, Aya Sakamoto comenzó a tocar el piano a la edad de 6 años en la Yamaha Music School. Ella fue enseñada por Junko Watanabe, Seiko Otomo, Ayako Kimura y Sumiko Mikimoto. Después de obtener su licenciatura de la Universidad de Bellas Artes de Tokio (Tokyo Geidai) donde estudió con el Prof. Susumu Aoyagi, luego se mudó a Berlín para estudiar en la Universidad de Bellas Artes de Berlín (Berlín) con el Prof. Pascal Devoyon y Rikako Murata. Ha estado becada por la "Fundación Cultural Meiji Yasuda" (2011-2013), el Programa de Estudios Japoneses en el extranjero para Arte 2014 y Gisela Erich y Andreas Stiftung 2016.
Ella aparece regularmente en conciertos y recibió premios en muchos concursos internacionales, que incluyen: 5º premio y premio especial a la mejor interpretación de la música contemporánea en el "Concurso Internacional de Piano Iturbi de Valencia" en España2017, Primer Premio en el "1. Concurso Internacional de Piano Amigdala "en Catania(Italia)2017, Ganador del "6º Concurso Internacional de Música de Sendai" en Japón2016, 2º premio en el "Certamen Internacional de Piano Clamo" en Murcia (España), 3er premio en el "Concurso Internacional de Coop Music Antonio-Bertolini Competition"enMilano2015, Segundo Premio (sin 1er premio otorgado) en el "19 ° Concurso ArturSchnabel" en Alemania 2012, 1er premio en la categoría "All Japan National Student Music Competition" categoría "Junior high school" y "high school" 2003 y 2005.
También recibió el "Matsukata hall Music Award" en 2017, el "Premio Doseikai" de la Universidad de Bellas Artes de Tokio, como la estudiante sobresaliente de su año en 2011 y el premio "Yuzuriha" por su dedicación y maestría musical activa del Hyogo Administración prefectural en 2007.
Ella ya tiene una carrera muy activa como solista y como músico de cámara. Sus últimos conciertos tuvieron lugar en: Berlín, Tokio, Kobe y su ciudad natal Akashi. También ha aparecido en el escenario con muchas orquestas en Japón, incluida la Orquesta Filarmónica de Geidai y la Orquesta Filarmónica de Sendai. En marzo de 2012 tuvo el honor de tocar Debussy Violin Sonata en Sol menor para la emperatriz japonesa en el Palacio Imperial de Tokio.
Ella asistió a muchas clases magistrales y festivales, y trabajó con muchos músicos de renombre, entre ellos; Hiroko Nakamura, Michel Beróff, Sergio Perticaroli, Willem Brons, Klaus Hellwig, Anna Marikova y Arnulf von Arnim.

NOTAS AL PROGRAMA
 
“Sólo al suicida o al condenado a  muerte le es dado saber cuándo será  la última vez que podrá contemplar «esa dulce costumbre de la noche»; la Luna.”
Jorge Luis Borges


Cuando la tragedia se convierte en nexo entre algunos compositores, lo habitual debiera ser que pensáramos como si esta circunstancia fuera la condición sine qua non para la creación artística. No debemos caer en fáciles catastrofismos y justo es decir que no siempre tiene por qué ser así. Ejemplos existen como en la cómoda vida de Haydn o la aparentemente benévola existencia familiar de Bach, pero por otra parte, no es menos verdad que en las biografías de numerosos artistas han ido maridados, con cuantiosa frecuencia, desgracia y genio.
Sin embargo, cabría hacerse una pregunta; ¿Cuál es consecuencia de cuál? ¿Tragedia atrae genialidad o la genialidad es consustancial a una vida trágica? La respuesta no debe ser fácil pero en muchas ocasiones el aficionado hace la asociación fácil e incluso ésta nos produce cierto grado de atracción – el poso del Romanticismo pervive en nosotros todavía. En parte, creo que la imaginación biográfica de muchos de nuestros más conocidos compositores ha alimentado el mito y, al igual que ocurre con el canon del repertorio, se ha quedado grabado a fuego en nuestros idearios sobre la vida de artista.
Por no apartarme yo de la idea general por aquello de que el público siempre tiene razón y además remitiéndome a las pruebas, los dos autores que hoy nos ocupan bien se acomodan a este ilusionario. En efecto, ambos quedaron y quedarán unidos por un halo de desgracia en vida que irremisiblemente les acompaña también en muerte.
Cuando en 1823 Schubert compone la música incidental para la obra “Rosamunda, princesa de Chipre”, el compositor vivía uno de sus años más fructíferos. Recién terminados sus últimos trabajos, el ciclo de canciones “La bella molinera” y su “Sonata para piano, op. 143”, también fue el estreno de la última sinfonía del “Gran hombre” – Beethoven – situación que, una vez más, suponía augurar nada bueno. La obra fue escrita por Wilhelmina Christiane von Chécy en 1823 y estrenada (sólo se ofreció dos noches) en el Theater an der Wien el 20 de diciembre del mismo año, en una función a beneficio de la joven actriz Emilie Neumann. Tras este breve y agónico estreno el manuscrito de la pieza literaria se perdió y la partitura permaneció extraviada hasta que por fortuna, en 1867, Sir George Grave y Sir Arthur Sullivan, la encontraron en una vieja casa vienesa desenterrándola en la caza del tesoro de los manuscritos de Schubert entablada durante muchos años después de su muerte. Si se considera lo poco que se valoraba la música de Schubert durante su breve vida, y el estado de sus manuscritos en el momento de producirse su muerte, hay que agradecer, en realidad, que se haya salvado tanta de esta encantadora música.
También en Viena, pero años antes, encontramos a nuestro otro personaje, Mozart, con el que desgraciadamente compartió si no tiempo, sí desdichas. Los conciertos para piano de Mozart son una útil referencia para conocer el grado de popularidad que el compositor tuvo ante la sociedad vienesa, en tantas ocasiones condición y condicionante de su obra, aunque también esbozo de la profunda insatisfacción del compositor para con su papel en una sociedad donde el arte solo era una seña de servilismo más.
“El primer concierto ha ido muy bien. La sala está a rebosar, y el nuevo concierto que he interpretado ha gustado muchísimo. Por doquier se oye elogiar esta academia. Mañana iba a celebrarse mi primer concierto en el teatro, pero el príncipe Louis Lichtenstein organiza veladas musicales en su casa, y esto no solo me hurta a la flor y la nata de la nobleza, sino que me quita también los mejores elementos de la orquesta. Por eso he aplazado mi concierto a primeros de abril, con el debido aviso estampado…”. La carta es del propio Mozart y está destinada a su padre. Se cita con frecuencia cuando se escribe sobre el Concierto núm. 23, al que hace referencia, demostrando la notable audiencia que, por entonces, tenían sus actuaciones. He aquí, por tanto, una primera razón que justifica la escritura de la obra.
Puestos a encontrar relaciones, puede entenderse que el nº 23 sea complementario del nº 22, pero esto es solo cierto por la fecha de creación y la numeración correlativa, pues si el 22 suma complejidades al piano y maneja una orquestación más contundente, el nuestro de hoy es delicado, lírico, con una orquesta casi transparente y un límpido y expresivo piano. Particularmente creo inevitable fijarse en el segundo movimiento Adagio. El detalle – no haber compuesto un Andante como movimiento central -  dice mucho sobre el carácter del movimiento y el concierto completo. Es la “transparencia de una vidriera coloreada” dijo Einstein (Alfred que no Albert) o “De todos los conciertos para piano es probablemente el más perfecto, si no el más bello”, escribiría Messiaen, donde más allá de la eficacia de los temas, a la inspiración melódica, a la transparente orquestación y a la estricta calidad formal se impone la profundidad de sentimiento volcada por Mozart en este movimiento. Todo bien hasta aquí. Luego, en el verano de 1786, ante la escasez económica Mozart se enfrentaría a la realidad del olvido, hasta el punto de que solo el barón Gottfried van Swieten llegó a figurar entre los suscriptores de sus enseñanzas  y, en consecuencia, solo dedicado a esporádicas actuaciones como concertista en conciertos ajenos o en recitales privados.
El porqué del camino que llega a recorrer el subtítulo de una obra no deja de ser, en la mayoría de las ocasiones, un ejemplo digno de estudio.
El compositor austríaco Carl Dietters von Diettersdorf compuso en 1785 su sinfonía “La caída de Faetonte”, en cuyo primer movimiento el tema principal es el mismo que Mozart utilizó como tema inicial del movimiento final de la que sería su última sinfonía, la número 41, compuesta en 1788. Todo parece indicar que, algunos años después de la muerte de Mozart, cuando su sinfonía fue ejecutada en Londres bajo la batuta del violinista, compositor, director y empresario alemán Johann Peter Salomon, éste, al notar la semejanza entre ambos temas, decidió bautizarla, no sin cierta ironía, con el pseudónimo de “Júpiter”, nombre con el que desde los primeros años del siglo XIX es conocida.
Lo cierto es que su creación, al margen de las elucubraciones sobre su título, se inscribe dentro de una dramática paradoja vital: en uno de los momentos más prodigiosos de su actividad creadora, pero también en uno de los más difíciles de su vida.
Y enumero: a mediados de 1788 su desastrosa situación financiera había alcanzado la desesperación debido a la implacable persecución de sus acreedores; a principios de mayo, Don Giovanni se había topado con el rechazo de la audiencia debido a una música cargada de sutilezas y complejidades psicológicas; en los primeros días de junio se había visto obligado por las deudas a mudarse a  los suburbios de Viena; y a finales de ese mes su hija Theresia había fallecido con apenas medio año de vida. Para colmo, el público vienés,  que tanto lo había mimado en otros tiempos, le dio la espalda.
No obstante, y pese a lo dramático del episodio, -  amén de invitarnos a pensar a priori en la motivación pecuniaria - el hecho de no contar con noticias sobre las razones que motivaron a Mozart a componer en sucesión y en tan breve tiempo sus tres últimas sinfonías, ha llevado a pensar a más de un estudioso que las tres obras guardan entre sí una misteriosa relación vinculada a las más íntimas necesidades expresivas del autor. Así, y las trascribo con sus tonalidades por la importancia que éstas aportan, la nº 39 en mi bemol mayor estaría relacionada con la masonería y la esperanza en una vida mejor, mientras que el carácter trágico de la nº 40 en sol menor reflejaría las tribulaciones de la vida, en tanto que la luz que emana de la nº 41 representaría el triunfo del espíritu sobre el mundo material. Pero permítanme que, más allá de intentar rizar el rizo, lo cierto es que podríamos decir que la Sinfonía nº 41 es el summum final de la sinfonía y la época clásicas. Síntesis del contrapunto y la forma construidos en base  a pequeños motivos. Culmen de la introspección semántica de la Música y profecía de la llegada inminente y necesaria del genio beethoveniano.
“Sólo al suicida o al condenado a  muerte…”, citábamos al principio de estas notas. En este sentido Mozart no podía imaginar, al poner la última nota de su Sinfonía  nº 41 en algún momento del 10 de agosto de 1788, que nunca la escucharía ejecutada y que, además, sería la última sinfonía de su corta y azarosa vida.
Buen concierto.

José Luis Llorca Cáceres.-