La Tertulia Musi♫lite. La Música ♫ 24

La Tertulia Musi♫lite. La Música ♫ 24

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PRO MÚSICA ÁGUILAS

AUDITORIO Y PALACIO DE CONGRESOS INFANTA DOÑA ELENA

GRAN CONCIERTO  TEMPORADA 2017/2018 7º DE ABONO JUEVES 2 DE FEBRERO A LAS 21 HORAS 

ENTRADAS COLABORACIÓN DISPONIBLES EN PRO MÚSICA ÁGUILAS C /. Castelar, nº. 2 - 2nd Tel: 626 476 389 and VICTORIA TRAVEL - Calle Isabel la Católica nº 1 - Telf: 968 414752

Entradas colaboración concierto: 15 Euros  

Menores de 18 años 50% menos.

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                                                    Información del concierto: ProMúsica Águilas.

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E-Hyun Hüttermann

​​Los críticos elogian además de sus habilidades técnicas diligentes y virtuosas, especialmente su estilo  como una "combinación de pasión, expresividad y nobleza" (Passauer Neue Presse) "Su técnica  glamorosa y su profunda seguridad de estilo fueron impresionantes" (Rheinische Post, Duisburg)

E-Hyun Hüttermann (nacida Chang) nació en Seúl, Corea del Sur en febrero de 1979. Después de estudiar en la Universidad Femenina Ewha en Seúl / Corea continuó sus estudios en Folkwang Hochschule en Essen, Alemania, con el Prof. Boris Bloch (solista) y profesor Dirk Mommertz (Faure quartett, música de cámara) terminando con un recital de graduación con honores (Konzertexamen mit Auszeichnung) en 2009.

Recibió una beca de la empresa Zeniel Co. Ltd de Corea para el Estudio en Alemania de 2005 a 2009. De 2008 a 2013 fue becaria de Live Music Now. Durante su estudio ella participó en diferentes clases magistrales. Asistió a la clase magistral Andreas Staier, Wonmi Kim y Solomon Mikowski.

Ya al ​​principio de su carrera ganó premios en competiciones nacionales e internacionales, incluyendo el concurso de piano Chungbu 1996, el concurso de piano Suri y el concurso Sports Today-Bedesda 2002 en Corea. Después de venir a Alemania, recibió el premio de patrocinio de Duisburger de la Fundación Köhler-Osbahr en mayo de 2006, y en mayo de 2007 recibió el Premio Folkwang de la Folkwang - Hochschule Essen con su trío de piano "Franz Marc Trio".

En 2008 recibió un Diploma Honorario del concurso "The Muse" en Grecia.También ganó en el Concurso de Piano 2007 en Candelo, Italia y recibió un premio en el concorso internazionale pianistico "Citta di Avezzano" 2009 en Italia. En 2010, ganó un premio en el estreno de Amadeus en Italia, así como el primer premio en el Concorso Internazionale di Musica Euterpe en Italia y en el Concorso Internazionale de Musicist "Magnificat Lupiae" en Italia.

E-Hyun Chang actua como solista y músico de cámara. Ha participado en conciertos en Corea, Alemania, Italia, Grecia y Bulgaria, incluyendo apariciones en el Klavier Festival Ruhr, Cesar-Franck-Festival en Philharmonie Essen y Tonhalle Düsseldorf. Ha actuado como solista con la Orquesta de la Filarmónica de Seúl Darak, la Orquesta de Cámara de Atenas, la Orquesta Sinfónica de Abruzzese, la Sinfónica de Bergische y la colaboración con la Camerata Louis Spohr.

En 2004, grabó el noveno CD de la Korean Song Society y lanzó su primer álbum en solitario en 2010. Desde que vive como pianista en Düsseldorf.

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NOTAS AL PROGRAMA

 "Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños.”
Khalil Gibran 

            Presentar a los dos autores de hoy es reincidir en un motón de tópicos, la mayoría ciertos,  que seguramente ya conozcan. Es volver a escribir acerca de dos de los más grandes y considerados compositores de todos los tiempos y es llenar algunas páginas con información que, de mi mano, probablemente nada aportará a su grandeza y al conocimiento de todos ustedes. Pero – siempre hay un pero y no necesariamente negativo – algo muy mundano y humano une las vidas de ellos dos; el amor. Ya sabemos hacia quien, evidentemente hacia Clara Schumann. La extraordinaria compositora y más extraordinaria mujer sirvió de pegamento en la existencia de los dos y, a su genial manera, los hizo inolvidables.

            Aunque no habrá en estas notas sitio para glosar todas las excelencias de Clara, nacida Wieck, son numerosísimos los escritos, cartas y anotaciones que disponemos en las que se evidencia cómo Clara abandona su meteórica carrera de pianista cuando conoce a Schumann y acompaña a éste en su fatídica vida artística hasta sus últimos días. Todo ello con el más riguroso de los respetos hacia su obra y su relación y que aún después de muerto – como saben a edad muy temprana y trágica – dedicará el resto de su vida a promocionar y ensalzar la obra de su difunto esposo. Aun así, cuando un joven Brahms conoció en Dresde a la familia Schumann y fruto de la cálida acogida y amistad que pronto se inició, algo cambiaría para siempre entre Clara y el prometedor compositor. Si bien nunca se ha logrado demostrar nada de la relación entre ambos, me refiero claro a una adúltera relación amorosa, los dos mantuvieron una larga relación epistolar que, desde el más absoluto de los respetos entre ellos y hacia Schumann, condujo a la vida en común tras la muerte de Robert aunque nunca llegaran al matrimonio.

            Algunos fragmentos y en diferentes fechas nos dan una idea de ello:

“Eres para mí una amiga tan querida que no puedo expresarlo... Si esto continúa así, tendré que colocarte algún día detrás de una vitrina o ahorrar para poder engarzarte en oro.” Le escribiría Brahms en una de sus primeras cartas tras conocerse, o en una carta a su amigo y aquí confidente Joseph Joachim:

“Creo que no la respeto y admiro tanto como la amo y soy presa de su hechizo. A menudo debo contenerme con fuerza para no rodearla en brazos en silencio e incluso... no sé, me parece tan natural que ella no lo tomaría a mal.^” Para finalmente declararle meses antes de la muerte de Schumann y tras su intento de suicidio:

“Mi muy querida Clara, desearía poder escribirte tan tiernamente como te amo y decirte todas las cosas buenas que te deseo. Eres tan infinitamente querida para mí que no puedo expresarlo en palabras. Desearía llamarte mi querida y muchos otros nombres, sin dejar nunca de adorarte... Si las cosas pudieran ir más lejos de cómo están en este momento... Si solo pudiera vivir en la misma ciudad contigo y mis padres… escríbeme una bella carta pronto. Tus cartas son como besos.”

            Personalmente, me parece casi increíble la ternura y apasionamiento de Brahms en este escrito, pareciendo como aparenta un hombre metódico y de rigurosa rectitud. Pero hasta el mejor escribano echa un borrón.

            Sin embargo, y tras 547 palabras, lo que deseaba significar en las notas de hoy es el extraordinario papel que extraordinarias mujeres han jugado en las vidas de extraordinarios – o por lo menos así lo ha considerado la Historia – hombres. La de hoy es una imagen clarísima (no por tratarse de Clara y disculpen el chiste) de cómo y a menudo estos genios se han visto rodeados de no menos geniales mujeres. A modo de breve ejemplo solo citar los casos de Alma Mahler (esposa de Mahler o Gropius), la celebérrima Gala Dalí o Cósima Wagner. Y esto, además de para guión de una telenovela, nos daría para preguntarnos; ¿Fueron estos hombres como dioses, únicos, irrepetibles o lo fueron por la mujer que acompañó e inspiró sus vidas?

            Verán por qué digo esto.

En 1841, Schumann admitía que había descubierto el no poder escribir un concierto para virtuosos y decidió cuatro años después componer un Intermezzo y un Allegro vivace en forma de rondó- sonata y añadirlos a la abandonada Fantasía, con lo que se convirtieron en el segundo y tercer movimientos del Concierto para piano. La obra fue estrenada por su esposa Clara el 4 de diciembre de 1845 en Dresde, y dedicada a Ferdinand Hiller, gran amigo de la pareja y quien apareció además como director de la orquesta. Y si bien es cierto que el concierto se ha impuesto por sus propias cualidades, no lo es menos el que a ello contribuyó la incansable labor concertística de Clara, quien después de la muerte de su esposo se dedicó en cuerpo y alma a la divulgación de su obra en general, y en particular del concierto. De él llegó a escribir apareciendo como crítico musical: “Tan rico en invención, interesante de principio a fin, lleno de frescura y bellamente cohesionado como un todo... El piano no es sólo un solista sino un instrumento más tejiendo la música con la orquesta... no se puede pensar en uno sin el otro”, y resaltar así la principal característica de la obra, la cual, no obstante, llegó a ser minimizada por Franz Liszt, quien se refirió a ella como  “un concierto sin piano”. Sin embargo, no hay que olvidar que éste dedicó a Schumann su bellísima Fantasía en do mayor, la cual, por cierto, Liszt nunca tocó en público.

José Luís Llorca Cáceres

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