sábado, 24 de junio de 2017

La Tertulia Musi♫lite. La Poesía ♫ 5

La Tertulia Musilite. La Poesía ♫ 5



EL SILENCIO, esconde la respuesta.
            Queridos amigos Marina y Lucas. Tenéis razón. Tengo descuidado el apartado poesía de este blog. Nuestras periódicas y etéreas conversaciones tertulianas pueden quedar en el silencio de la no escritura, pero sus ecos percuten nuestros pensamientos. Más de una vez, y dos, y tres veces, he abierto el ordenador, conectado la memoria, abierto el Word y quedado ensimismado en  la contemplación de la pantalla azul. Una contemplación ciega porque mi cerebro miraba a otra parte. Y os veía a vosotros sentados en vuestros sillones: Conversando, leyendo al poeta que cada cual tenía en sus manos, hojas amarillas que siguen hablándonos de mundos posibles o imposibles que suspenden nuestra imaginación, una y otra vez en la maravilla de lo subjetivo inducido y de la lúcida razón siempre atenta a lo objetivo. Lo uno y su contrario en un placer
indescriptible.
            Ya conocéis mi otra gran debilidad, la música. Oír música es, para mí, sumergirme en lo más profundo de un áureo abismo en donde las palabras y el sonido rellenan su espacio y me veo, a mí mismo, revolcándome como cuando, más joven, lo hacía en praderas de posidonia, mirando hacia arriba contemplando el esfuerzo de la luz solar por penetrar en ese mar en el que, yo lograba reconocerme en una plácida nostalgia de lo perdido hace millones de años. En esas profundidades, Beethoven, Mozart, Wagner, Falla, Granados, Albéniz, Bach,… No puedo nombrarlos a todos ¿alguno me disgusta? No. Y no solo la música llamada clásica… Y por si, a mi incontrolable imaginación le faltara algo, ProMúsica de Águilas alimenta ese ansia. Suelo escuchar anticipadamente  las obras programadas unos días antes de la audición del concierto. Y me pierdo. ¡Ah! La imaginación otra vez. Así no hay manera de escribir poesía o prosa. Más no me abrumo por ello. Me lo paso muy bien dejándome llevar por el sonido de las palabras y las palabras del sonido que recorren mis circuitos neuronales, tal como etérea salmodia gregoriana; una gozosa e ingrávida ociosidad.                                                                                                    …






            Marina y Lucas, nos vemos… 


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